Érase una vez una chica a la que le encantaba dibujar. Dibujaba desde pequeña, y todo el mundo le decía que lo hacía bien. Le sugerían que tomase algunas clases de dibujo, que estudiase el bachillerato artístico o que encaminara sus pasos hacia la carrera de Bellas Artes, pero su respuesta era siempre negativa, y sus razones, siempre las mismas: no quería convertir en obligación algo que hacía por puro gusto, porque quería hacer algo diferente y expresar lo que le apeteciera.
Aquella chica siguió dibujando en sus ratos libres, que cada vez eran menores, pues los años le iban trayendo nuevas responsabilidades. Así, llegó a pasar meses sin dibujar y, cuando volvió a la carga, se encontró con que había perdido bastante práctica. En un primer momento se desanimó, pues había visto cómo sus dibujos se iban quedando atrás con respecto a los de otras personas que dibujaban más a menudo. Pero se dijo a sí misma que eso no le servía de nada. Le gustaba dibujar, e iba a seguir haciéndolo. Había elegido un camino que le quitaba tiempo para dedicarse a ello, pero eso no significaba que tuviera que rendirse. A fin de cuentas, siempre había dibujado para ella, o para poder crear cosas para sus seres queridos...
...así fue como se puso manos a la obra. Empezó desde cero, con sus lápices y un bloc nuevo. Haciendo bocetos, esmerándose más que nunca y decidida a mejorar.
Esa chica de la que os hablo no es otra que quien escribe esto. Y, como podéis ver, no soy una artista ni pretendo serlo. Simplemente, hago lo que me gusta y procuro ir haciéndolo mejor cada día que me pongo a ello. Empecé con muchos delirios de grandeza, y cuando vi que había gente que dibujaba infinitamente mejor, me desanimé y pasé bastante tiempo sin dibujar. Pero tenemos que aprender de nuestros errores, y creo que cometemos uno muy grande al compararnos con los demás si eso no nos sirve para intentar progresar.
Tengo un deviantART desde hace tiempo, que está atiborrado de dibujos, bocetos, fotografías... cantidad de material, la mayoría del cual me parece malo cuando lo miro pasado un tiempo. Pero ahí está para recordarme las cosas que hago, buenas y malas a mi juicio y al de otros. Ahí está para que yo pueda aprender. Y, como he estado observando que lo de usar los blogs para enseñar dibujos también funciona, me sumo a esta tendencia. Supongo que con el tiempo iré colgando alguna que otra fotografía curiosa, o aburriéndoos con cosas que me vengan a la cabeza. Pero en principio, mi intención es ir colgando los nuevos dibujillos que voy haciendo.
Y bueno, empezamos con uno bastante sencillo. Se podría decir que es un autorretrato. No hay nada más común que verme con una camiseta ancha y las manos en los bolsillos de algún pantalón vaquero. Ahora llevo el pelo corto y me gusta resaltarle los reflejos en los dibujos para darle un airecillo manga. Sé que no es el dibujo más realista que se podría hacer, pero tampoco es mi estilo. Como veis, me he pasado apretando con el lápiz y se ven brillos extraños en la camiseta, es algo que necesito mejorar, porque suelo cargarme las hojas por esa mala costumbre (cosas de ser un poco bruta). Por cierto, si veis raros los brazos, se supone que llevo una camiseta de manga larga debajo, de ahí tantos pliegues.
Espero poder actualizar esto con más o menos frecuencia. ¡Y espero que os animéis a echarle un ojo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario